Es la Provincia de Cádiz la que parece estar consiguiendo un avance en esta reivindicación que dura años y el Gobierno Andaluz se ha declarado, la semana pasada, a favor de este planteamiento. Sin embargo, no es fácil interpretar la Ley de Costas: en Andalucía, el Ministerio de Transición Ecológica, el competente en materia de Costas,cede la gestión del dominiopúblico marítimo-terrestre a la Junta de Andalucía. A su vez, es habitual que cada municipio costero presente un plan sobre cómo explotar sus playas: número de chiringuitos, zonas de hamacas, horarios de apertura, distancia entre establecimientos etc.
La Asociación de Empresarios de la Costa de Cádiz (Aecca), junto con las otras asociaciones de chiringuitos de Andalucía, destacan la importancia de desestacionalizar el turismo, repartiendo los turistas durante los doce meses del año, evitando la masificación del sector en el verano.
«Los empresarios de chiringuitos y de sol y playa llevamos años trabajando para que esa desestacionalización termine de producirse, lo que conllevaría dotar al sector de seguridad, de confianza en sus inversiones y de empleo de calidad y estable durante todo el año», apuntan desde la Asociación de Empresarios de la Costa de Cádiz.
El cambio climático que hace que los veranos sean más largo y los inviernos menos fríos, en este caso, tiene, entonces, ventajas positivas para los empresarios de los chiringuitos aunque no piensan en las consecuencias. De hecho, Daniel López, ecologista de “Acción en Cádiz” afirma: «La subida del nivel del mar y los temporales van a poner en peligro estos chiringuitos»
Por lo tanto, se necesitaría un compromiso y una unificación entre las administraciones para que los empresarios puedan generar puestos de trabajo a largo plazo y en una certidumbre jurídica sin comprometer el medio ambiente.
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