Epifanía se lleva las colillas. Esto ocurre en España, donde el 6 de enero entrará en vigor una nueva norma que obliga a las tabaqueras a encargarse de recoger las colillas de las calles. La gran novedad llega por iniciativa del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico de Madrid y podría suponer un gran cambio en la lucha contra el tabaquismo, pero sobre todo contra la basura y la contaminación.
La ley sobre residuos y contaminación del suelo, que entró en vigor en España el pasado mes de abril y que ya prohíbe la comercialización de bastoncillos, cubiertos, platos, pajitas o envases de bebidas de plástico desechable fabricados con poliestireno expandido, establece que a partir del 6 de enero los fabricantes de tabaco sólo tendrán que responsabilizarse de limpiar las calles de los residuos de sus productos, es decir, colillas y filtros, sino también de informar y concienciar a los ciudadanos sobre los problemas de la basura.
Las colillas son una de las formas más comunes de basura y tardan unos 10 años en descomponerse. Según la ONG Ocean Conservancy, las colillas son la forma más común de contaminación marina, más incluso que las bolsas y botellas de plástico, con unos 5.000 millones de residuos arrojados al océano.
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