En todas las playas de Tenerife estará prohibido encender un cigarrillo. Esta es la nueva norma introducida por las autoridades de la mayor isla de Canarias, que han decidido emplear mano dura para impedir el abandono de colillas en la arena. Los infractores serán sancionados con una multa de dos mil euros.
Las colillas son una de las basuras que más se tiran en la playa, y por eso -y no por motivos de salud- varias administraciones locales de toda Europa empezaron a prohibir fumar en la playa hace unos años. Sin embargo, estas prohibiciones suelen limitarse a la orilla, mientras que la de Tenerife representa una de las escasas normativas que abarcan toda la playa. De hecho, la nueva normativa establece que «con el fin de evitar la presencia de colillas en la arena y la consiguiente posible contaminación del litoral, se prohíbe fumar en las playas y zonas de baño del municipio, a excepción de las zonas específicamente autorizadas y designadas por el Ayuntamiento».
Además de sanciones de dos mil euros para los infractores individuales, la nueva normativa también prevé multas para los negocios, como restaurantes y chiringuitos, que no dispongan de papeleras para los clientes. En algunas playas de la región seguirá estando permitido fumar en las zonas restringidas, pero los turistas tendrán que comprobar si hay carteles que lo permitan.
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