Está la Costa Brava para los jóvenes que quieren dejar atrás el duro trabajo de los exámenes, pero también los fines de semana en Barcelona y Madrid para parejas o los viajes por Andalucía, tanto individuales como en grupo: la España continental se confirma sorprendentemente como un producto que nunca ha tenido crisis y que está permanentemente en las agencias de viajes. Y gracias a una mezcla de diversión, mar y cultura, consigue atraer a un público heterogéneo en términos de edad, intereses y poder adquisitivo.
La petición más clásica que escuchan los comerciantes para el verano es similar en todas las agencias: «Muchos jóvenes acuden a nosotros pidiendo unas vacaciones en la Costa Brava o en la Costa del Sol -confirma Daria Miraz, empleada de Cividin Viaggi: sobre todo después de la graduación, quieren un vuelo a Barcelona y un hotel o residencia, a poder ser de bajo coste».
El objetivo es permanecer en la playa durante el día y luego ir a los clubes y discotecas a partir de la puesta de sol.
Pero la distribución organizada es también el punto de referencia de un producto que parecía no tener intermediarios en otras direcciones: «Vendemos muy bien los fines de semana en Madrid y Barcelona -explica Paolo Di Marzo, director de ventas de 4U Travel en Roma-: son peticiones que vienen tanto de parejas veinteañeras como de otras más maduras, y nunca han tenido un bajón, es más, hay un retorno; es una cuestión de seguridad».
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